La animación es definida normalmente como la creación de una ilusión de movimiento a través de la unión de una secuencia de imágenes inmóviles. Más explícito imposible para describir de alguna manera lo conseguido en este corto de tan sólo 1 minuto de duración y creado con solamente 28 fotografías independientes.
Es que la magia nace jugando con la edición, donde se repitieron cuadros aleatoreamente para transmitir la sensación de movimiento. Un juego permanente que estuvo siempre presente y en todo momento de los dos lados de la lente.
Con apenas una cámara, cuatro amigos y media hora de trabajo, puede nacer y desarrollarse una idea que es plasmada en una pieza fílmica que encierra picardía en aquello que se ve, como en lo que no se ve.
Es que la magia nace jugando con la edición, donde se repitieron cuadros aleatoreamente para transmitir la sensación de movimiento. Un juego permanente que estuvo siempre presente y en todo momento de los dos lados de la lente.
Con apenas una cámara, cuatro amigos y media hora de trabajo, puede nacer y desarrollarse una idea que es plasmada en una pieza fílmica que encierra picardía en aquello que se ve, como en lo que no se ve.
Humor, creatividad y predisposición fueron los ingredientes que sazonaron una mezcla que nació de la mano de una buena dosis de locura e ingenuidad.
En “Stop Dumpy Jump!” voló “Tuky Cordero, se arrastró Fabricio Diaco, golpeó Mauro Arch, disparó con su cámara Fabián Martinena y terminó haciendo lo que quiso “Koky” Martinena con la edición.
Un agradecimiento especial a los directivos y personal del "Instituto Superior de Arte y Comunicación ISAC" -mi vieja y querida escuela de artes-, por facilitarnos las instalaciones.