41 AÑOS DE PERMANENCIA

La Fiesta Nacional del Poncho fue Institucionalizada oficialmente por decreto del poder Ejecutivo de la Provincia como programa de gobierno para el año 1967 “como uno de los aspectos primordiales a la promoción turística, dirigidos a convertir nuestro suelo en un centro de significación en esa materia…” según reza el Considerando del decreto H.E. Nº 645 de ese mismo año, firmado por el entonces Gobernador de la Provincia, Gral. Guillermo R. Brizuela.

41 años han pasado desde entonces. Hubo tiempos de silencios y olvidos propios de gobiernos desidiosos, indiferentes, desafiantes… Es por eso, que la fiesta lleva hasta ésta edición el número 38º, pero era tiempo de recordarle a la gente su verdadera edad, su condición floreciente, su madurez. Esa fue la premisa, la estrategia con todas las letras usada, es por ello que para la confección de la imagen iconográfica de la XXXVIIIº Fiesta Nacional e Internacional de Poncho, que se lleva a cabo a mediados del año en la ciudad de Catamarca - Argentina, decidí ubicar la escena en un ambiente bucólico, pero a la vez tenso en dinamismo y cargado de dramatización. Un dramatismo escénico, donde las luces y las sombras juegan un papel imprescindible a la hora de poder referir en una sola imagen, la fuerza y la sensualidad que encierran las tradiciones locales, enmarcadas por un escenario natural bañado de colores grava, siena y tierras, integrando toda la composición. Desde las montañas pasando por un cielo henchido en nubes para finalmente mimetizarse en la vestimenta y la piel de los danzarines.

A la hora de armar esta imagen, fue necesario contar con dos modelos que estuvieron asistidos permanentemente, logrando de este modo, las poses y acciones necesarias para interpretar los movimientos que requerían las escenas. Ella, una amiga personal: Fernanda Quispe, licenciada en turismo y amante de las danzas folclóricas. No dudó un segundo en viajar desde la ciudad de Andalgalá para acompañarme, a pesar de tener al principio, algunas vacilaciones propias de una inevitable exposición, pero que fueron diluyéndose una vez que sacó lo mejor de sus artes a la hora de bailar. El, un compañero de trabajo: Javier Acosta, que aceptó mi invitación con la única premisa de ser guiado en sus movimientos, ya que manifestó haber sido siempre espectador y nunca había bailado ni siquiera por asomo una zamba.

La fotografía y puesta en escena estuvieron a cargo de Ariel Pacheco, un profesional de este medio que no titubeó en formar parte de esta experiencia, siendo una ayuda indispensable a la hora de lograr con precisión las ideas previamente bocetadas. La asistencia y el vestuario estuvieron a cargo de Laura Morales y José Echevarría. Juntos hicimos a lo largo de medio día de sesión fotográfica -con más de cuatrocientas tomas hechas- una carpeta de imágenes, las cuales fueron seleccionadas y posteriormente elegidas, para terminar de componer una representación con peso propio que ha recorrido caminos de esta Argentina, promoviendo lo mejor de esta tierra, encerrado en una imagen que trata de plasmar el arte y los sentimientos que se esconden en el paisaje y su gente y que una vez al año, florecen para el deleite de todos aquellos que quieran vivir diez noches de magia y tradiciones milenarias.




En esta imagen puede verse una segunda opción de gráfica. Esto es importante puesto que no todos los soportes de promoción son iguales. Significa que la composición tiene una tensión espacial que sirve para ser adaptada a cualquier formato "vertical" como carteles, bambalinas, o como en este caso, el programa de espectáculos.

TARJETAS MAGNÉTICAS

Para esta edición de la Fiesta Nacional e Internacional del Poncho, se propuso facilitar el ingreso de los asistentes al espectáculo folclórico, mediante la modalidad (novedosa hasta el momento) de la adquisición de entradas magnéticas.

Esto posibilitó que el público presente cuente con una mayor autonomía de admisión, evitando colas innecesarias y paradas de chequeo. Esto mejoró el flujo de espectadores proporcionando una cómoda ubicación, salvando inconvenientes y molestias propias del manejo de masas.

La responsabilidad a la hora de la confección de los plásticos y la ubicación estratégica de los molinetes de acceso, estuvieron a cargo de Axcess Group S.A. una empresa que cuenta con años de trayectoria, encargada del ticketing, acreditaciones y el control de acceso en la mayoría de los espectáculos, acontecimientos sociales, deportivos y culturales de la Argentina.
Junto al Departamento Imagen Arte y Diseño de la Secretaría de Estado de Cultura de la Provincia, se trabajó para que cada plástico y cada molinete llevaran la imagen identificatoria de esta fiesta tan esperada por los catamarqueños.